Consiste en que tú vienes aquí, llamando a mi puerta. Yo te abro, te cojo de la mano y te llevo al sofá, me miras y te beso. Tú vas y me abrazas. Nos miramos y sonreímos. Eso es lo único que quiero, nada más. No quiero falsas promesas de que esto durará, no quiero que me describas la casa que tendremos, ni me digas que vivimos en un mundo de colores, de como se llamarán nuestros hijos, ni de que llevaré el traje de novia más bonito del mundo.
No quiero que me digas que me quieres, quiero que me lo demuestres. Que mañana estés a mi lado y me despiertes con un beso. Ese es el máximo futuro que quiero planear, doce horas. Simplemente creo en que me beses aquí y ahora. Darte un beso cuando quiero y como quiero.No quiero etiquetas, no quiero ninguna seguridad para ilusionarme con un futuro. Estamos aquí para vivir el presente.

A mí también me gustaría jugar a ese juego, pero creo que lo más importante es tener a alguien con quien jugar. Besos!
ResponderEliminarMe ha fascinado tu entrada. Y yo, yo jugaría encantada :)
ResponderEliminar