La primera impresión hacia una persona suele ser como es su aspecto, como viste, su físico. La segunda impresión es empezar a conocerla, pensar si merece o no merece la pena seguir hablando y hacer más grande la confianza. Al final, sin saber muy bien por qué, empiezas a sentir algo ¿Amistad? ¿Cariño? Si, puede ser. Entre unas risas y otras, confesiones, secretos, chorradas y tristezas, esa persona ya se ha hecho un huequecito en tu corazón. Ese huequecito empieza a hacerse grande, tan grande que cada vez que habláis se te acelera el pulso, te pones nerviosa y tienes miedo de qué decir, pero aún así quieres que estéis juntos todo el tiempo que sea posible. ¿Y si ese cariño no sea exactamente cariño?
Pensé que iba a ser un simple amor de verano pero, no sé si cuando llegue el 15 de sempiembre habré conseguido olvidarme de él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dejar un poquito de ti en este pequeño sitio.