Sweet seventeen.

Creces, maduras, aprendes.
En un año tu vida puede haber cambiado radicalmente, y en mi caso creo que lo ha hecho. Ha sido un año duro, un año de superación y de decirme a mí misma 'No te hundas'. Un año en el que realmente he encontrado dónde está mi sitio, con quién estoy a gusto y qué es lo que quiero hacer con mi vida. En definitiva, me he dado cuenta de a quién realmente le importo, quién realmente me quiere y quién está solo por una pose. También he reflexionado mucho, me he enamorado y me han dado patadas pero todos dicen que así es como se aprende.
Lo que he descubierto este año es que hay gente a la que realmente importo, gente que me quiere. Si, pensaréis 'Eso ya se sabe, todo el mundo tiene gente alrededor' pero a mi me lo han ido demostrando a cada momento que ha pasado, todos los días. Es una sensación bastante confortable, saber que nadie te va a dejar caer nunca. Creo que es la primera vez que digo 'para siempre' pero es porque realmente siento que quiero que la gente que está ahora a mi lado no se vaya nunca, porque yo he elegido que estén conmigo y ellos me han aceptado ¿Qué más puedo pedir?
Son esas personas que no te dicen 'Te quiero', sino que te lo demuestran. Que no te dan besos y abrazos, pero te regalan todo el tiempo que tienen. Esas que entras en su casa y puedes arrasar con la nevera sin necesidad de preguntar, la vergüenza la perdimos ya hace años.
Esa gente es con la que celebré mi cumpleaños hace unos días, organizándome una fiesta sorpresa. No sabéis cómo me sentí al entrar y ver que todo el mundo estaba ahí por mi, y yo sin saber absolutamente nada. Fue algo que realmente no podría describir con palabras.
Gracias de verdad a todos aquellos que están conmigo, que me quieren y me ayudan a seguir caminando todos los días. Sois increíbles, y creo que no podría haber elegido mejores amigos.

PD: Coro, aquí tienes la entrada. No se me ha olvidado ;) ;)