Tú serás esa debilidad que me atrape cada anochecer.

Desde el día que empezó todo supuse que serías una moda pasajera. Cuando te miraba a los ojos y una sonrisa estúpida asomaba en mi cara pensaba que esto duraría un tiempo corto, que en seguida me olvidaría de ti y volveríamos a ser los de antes, los de siempre. Pero ese tiempo fue pasando y tú no tenías intención de desaparecer de mi cabeza, a decir verdad cada día ocupabas más espacio. Te hiciste hueco en mis amigos, luego te convertiste en alguien a quien necesitaba contarle todo, y al final eres esa persona que quiero que me despierte todos los días con ese beso con el que llegas a tocar el cielo.
Nunca pensé que eso de que 'Los polos puestos se atraen' tuviera ningún sentido, hasta que fui descubriendo que tú eres completamente todo lo que yo no soy. Porque todo lo que yo no tengo, tú me lo das y si tú piensas blanco, yo pienso negro.
Puede que seas ese amor que nunca llega a ser perfecto, pero que jamás se olvida. Ese en el que siempre piensas cuando te acuestas, aunque tengas a otra persona a tu lado. Que por muy enamorada que estés de alguien, jamás nadie te hará sentir lo mismo que ÉL y que por mucha vida que pase, siempre seguirá ahí. Aunque cada uno haga su vida, aunque cada cual tenga su media naranja. Los dos sabemos que tú eres para mi y que yo soy para ti, y que no es tan fácil dejarlo todo atrás y hacer como que nada ha pasado; y, aunque fuera fácil, yo no querría hacerlo.
Al final no fuiste ese encaprichamiento que pensé que serías, al final no saliste de mi vida tan deprisa como imaginaba. Aquí has seguido, sigues y puede que hasta seguirás un tiempo más.