Inspiración en clase de Lengua

No sé cómo sucedió aquello, quizás porque soy muy ingenua o demasiado soñadora para pensar que estas cosas no pasas nunca en la vida real. Porque veo demasiadas telenovelas o películas románticas o porque siempre vivo en mi mundo. Pensé que tú eras diferente al resto, pero solo eres un niñato más de esta sociedad. Nos conocimos una tarde de verano, ¿te acuerdas? No creo. Era un día soleado y caluroso, yo paseaba y hacía el bobo con mis amigas. Tú ibas con tus amigos haciendo el chulo y el imbécil, pero en ese momento me pareciste tan espectacular. Nos acercamos a vosotros y, sin más, empezamos a hablar y a conocernos los unos a los otros. Me acuerdo que el día antes había cortado con mi novio porque el muy cabrón me puso los cuernos con una vecina suya en vacaciones. Como con tan solo quince años que tengo y ya me han sido infiel, es más, ya he tenido novio. Si lo supieran mis padres se escandalizarían. Te acercaste a mi, me cogiste de la mano y empezamos a reír como dos niños. Me susurrabas cosas bonitas al oído y al mismo tiempo observaba como mis amigas se reían por lo bajini. De vez en cuando las echaba una mirada para que parasen pero de nada me servía. Te acercaste y me dijiste tu nombre, un nombre que se me quedó grabado, es más aún lo llevo conmigo. Yo hice lo mismo con el mío. estuvimos tomando un batido en una cafetería cercana. Nuestros amigos, les dejamos atrás porque nos aburríamos con ellos, queríamos estar solos. Me empezaste a contar tu vida, dónde vivías, qué hacías allí esa tarde. Y al final acabé yo contándote mi vida. Así estuvimos un buen rato hablando y riéndonos de cosas absurdas varias horas. Sin darnos cuenta se nos hizo la noche encima, pero mis padres estaban de viaje e iban a llegar por la mañana, no tenía de qué preocuparme. Paseamos y hablamos, hasta que llegamos al tema de "Relaciones Sentimentales". Comenzaste tú, me dijiste que no habías tenido ninguna relación seria, pero que con dieciséis años perdiste la virginidad, en aquel momento tenías diecisiete. Yo te conté mi única historia de amor que había tenido hasta entonces y su final infeliz. Las palabras que me dijiste cuando yo acabé de hablar fueron las más bonitas, o en ese momento me lo parecieron. "Es un idiota por perderte", palabras simples, pero a mi me encantaron como salieron en ese momento de tus labios. No lo dudé más, me lance y te besé. Un beso largo, dulce. Me encantó. Caminamos hasta mi casa, me diste tu móvil y, ni nos dio tiempo a despedirnos. Es más no nos despedimos. Nos empezamos a besar en la puerta del portal, un beso tras otro, y otro, y otro. Estuvimos varios minutos. No quería despedirme de ti "Puedes subir si quieres, no hay nadie en mi casa" gran error al invitarle. Subíamos las escaleras y al mismo tiempo nos parábamos en cada esquina para besarnos. Él me dijo "No es una buena idea, no tengo preservativos" me dijo. "No te preocupes, mi madre tiene la píldora del día después. Me la tomaré al levantarme"."No es eso, es que..." No le dejé terminar, le besé, le besé y le volví a besar y si, lo hicimos. Fue una de las mejores noches de mi vida, aunque lo pasé un poco mal ya que era virgen. Cuándo me desperté estaba tumbada en mi cama, mis padres la estaban allí y no sabía dónde se había metido ¿se habría ido ya?. Me puse a buscar por toda la casa pero no había no rastro de ti, bueno al menos tenía tu móvil. Era feliz, pero la felicidad me duró poco. Entré de nuevo a mi habitación y vi una nota encima de la mesilla de noche, decía."Lo siento mucho, yo no quería pero no me dejaste avisarte, ni siquiera me dejaste hablar y no me dejabas que te explicara ciertas cosas. De veras lo siento y después de esto no creo que quieras volver a saber nada más de mi. No me atrevo a decírtelo a la cara, ni siquiera por teléfono, te quiero demasiado como para verte llorar. Si, te quiero, aunque solo hayamos estado un día juntos, te quiero!. La cosa es que, tengo SIDA. Ves ha hacerte las pruebas por favor, en cuánto sepas algo llámame, me gustaría tener la valentía de disculparme a la cara" Menudo final para un día que comenzó feliz.