Pasarte las noches pensando, mentalizándote de que aquello ya ha pasado y no va a volver. Pero algo me dice que debo seguir, que no puedo rendirme a la primera de cambio. Tengo que tirarme a la piscina, y si está vacía me daré de boca contra el suelo, es el riesgo que tengo que correr, que quiero correr.
como digo yo siempre, arriesgarse es lo mejor
ResponderEliminarte sigo, tu blog esta muy bien